El asombroso origen de los aborígenes australianos
La secuenciación del genoma de un aborigen australiano
revela nuevos e inesperados datos sobre la procedencia de esta población
humana y su prehistoria, y escribe un capítulo hasta ahora desconocido
de la especie humana.
Al secuenciar ese genoma, los
investigadores han podido demostrar que los aborígenes australianos
descienden directamente de una temprana migración humana hacia Asia que
tuvo lugar hace unos 70.000 años, por lo menos 24.000 años antes de los
movimientos poblacionales que dieron origen a los europeos y asiáticos
actuales. Este descubrimiento implica que los aborígenes australianos
actuales son, en realidad, los descendientes directos de las primeras
personas que llegaron a Australia hace unos 50.000 años.
El
estudio, a cargo de un equipo de especialistas encabezado por el
profesor Eske Willerslev de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, se
ha hecho a partir de un mechón de cabello donado a un antropólogo
británico por un hombre aborigen de la región de Goldfields, en
Australia occidental, a principios del siglo XX. Unos cien años después,
los investigadores han aislado el ADN de este mismo mechón, y lo han
utilizado para explorar la genética de los primeros australianos y
aclarar un poco más cómo los primeros seres humanos se dispersaron por
el mundo.
El genoma, del que se demostró que no tiene aporte
genético de los australianos europeos modernos, revela que los
antepasados de este hombre aborigen se separaron de los ancestros de
otras poblaciones humanas hace entre 64.000 y 75.000 años. Los
aborígenes australianos, por tanto, descienden directamente de los
primeros exploradores, que emigraron hacia Asia antes de llegar, hace
50.000 años, a Australia. Con esta demostración, el estudio establece
que los aborígenes australianos son la población que más tiempo lleva
asociada a la tierra a la que viajaron y en la que viven hoy.
La
historia de los aborígenes australianos tiene un papel clave para
desentrañar algunos de los misterios de la dispersión por el mundo de
los primeros seres humanos que partieron de África. Las evidencias
arqueológicas establecen la presencia de los humanos modernos en
Australia hace unos 50.000 años, pero este estudio reescribe la historia
de su recorrido hasta allí.
Anteriormente,
la teoría más aceptada era la de que todos los humanos modernos derivan
de una sola ola migratoria que partió de África hacia Europa, Asia y
Australia. En ese modelo, los primeros australianos se separaron de una
población asiática, que ya estaba separada de los antepasados de los
europeos. Sin embargo, este nuevo estudio demuestra que cuando los
ancestros de los aborígenes australianos iniciaron su viaje, los
antepasados de los asiáticos y de los europeos aún no se habían separado
unos de otros.
En definitiva, los aborígenes australianos
descienden de los primeros exploradores humanos. Mientras los
antepasados de los europeos y de los asiáticos estaban asentados en
algún lugar de África o de Oriente Medio, y todavía no habían comenzado a
explorar el mundo a su alrededor, los antepasados de los aborígenes
australianos se extendieron rápidamente por el mundo, y fueron los
primeros humanos modernos en atravesar territorios desconocidos en Asia
y, finalmente, cruzar el mar hacia Australia. Fue una epopeya en toda
regla, una odisea asombrosa que tuvo que exigir de esos exploradores
habilidades excepcionales de supervivencia y una no menos excepcional
valentía, tal como razona Willerslev.
El equipo de investigación. (Foto: U. Copenhagen)