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sábado, 26 de febrero de 2011

El posible agotamiento de las direcciones IP disponibles en internet está más cerca


21 de Febrero de 2011. Foto: USCLos últimos bloques de direcciones del protocolo IPv4 que aún estaban disponibles en la IANA (Internet Assigned Numbers Authority) han sido entregados recientemente a los organismos regionales. Esta situación aumenta la amenaza de un posible agotamiento de direcciones.
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La transición al nuevo protocolo IPv6, que permite muchísimas más direcciones, deberá ser lo bastante rápida para evitar dicho agotamiento.
Entre tanto, habrá que exprimir las direcciones IPv4 mediante estrategias imaginativas. Un nuevo censo mundial sobre ocupación de direcciones en internet muestra la viabilidad de algunas posibles vías.

Este nuevo censo mundial es fruto del trabajo del equipo de John Heidemann, de la Universidad del Sur de California.

El análisis de los datos reunidos en este censo desvela que, afortunadamente, aunque algunos de los bloques de direcciones (cada uno abarcando desde 256 hasta más de 16 millones de direcciones) están muy exprimidos, muchos están aún muy poco usados.

De todas formas, con el aumento de la ocupación, habrá fuertes presiones para mejorar la utilización de direcciones, y puede que se acabe llegando a prácticas de compraventa o alquiler entre áreas con bloques de direcciones muy exprimidos y áreas con bloques muy poco usados. Sin embargo, estas estrategias tienen sus límites. Según los resultados del análisis del nuevo censo, un mejor aprovechamiento, el comercio de bloques de direcciones, y otras estrategias, pueden ciertamente sacar más partido del uso actual. Pero los pedidos de direcciones se duplican cada año, de manera que el equipo de Heidemann calcula que el comercio de bloques de direcciones sólo permitirá retrasar en dos años el agotamiento de direcciones IP.

El protocolo IPv6 permite muchísimas más direcciones, pero la transición hacia este protocolo puede acarrear costes considerables, y llevará su tiempo lograr que se imponga de manera generalizada.

Información adicional en:

El posible agotamiento de las direcciones IP disponibles en internet está más cerca


21 de Febrero de 2011. Foto: USCLos últimos bloques de direcciones del protocolo IPv4 que aún estaban disponibles en la IANA (Internet Assigned Numbers Authority) han sido entregados recientemente a los organismos regionales. Esta situación aumenta la amenaza de un posible agotamiento de direcciones.
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La transición al nuevo protocolo IPv6, que permite muchísimas más direcciones, deberá ser lo bastante rápida para evitar dicho agotamiento.
Entre tanto, habrá que exprimir las direcciones IPv4 mediante estrategias imaginativas. Un nuevo censo mundial sobre ocupación de direcciones en internet muestra la viabilidad de algunas posibles vías.

Este nuevo censo mundial es fruto del trabajo del equipo de John Heidemann, de la Universidad del Sur de California.

El análisis de los datos reunidos en este censo desvela que, afortunadamente, aunque algunos de los bloques de direcciones (cada uno abarcando desde 256 hasta más de 16 millones de direcciones) están muy exprimidos, muchos están aún muy poco usados.

De todas formas, con el aumento de la ocupación, habrá fuertes presiones para mejorar la utilización de direcciones, y puede que se acabe llegando a prácticas de compraventa o alquiler entre áreas con bloques de direcciones muy exprimidos y áreas con bloques muy poco usados. Sin embargo, estas estrategias tienen sus límites. Según los resultados del análisis del nuevo censo, un mejor aprovechamiento, el comercio de bloques de direcciones, y otras estrategias, pueden ciertamente sacar más partido del uso actual. Pero los pedidos de direcciones se duplican cada año, de manera que el equipo de Heidemann calcula que el comercio de bloques de direcciones sólo permitirá retrasar en dos años el agotamiento de direcciones IP.

El protocolo IPv6 permite muchísimas más direcciones, pero la transición hacia este protocolo puede acarrear costes considerables, y llevará su tiempo lograr que se imponga de manera generalizada.

Información adicional en:

La paradoja de la depresión sin tristeza

Las personas tienen síntomas físicos y es más común en aquellas que no pueden expresar sentimientos; el riesgo crece con la edad

Suelen ir al médico -generalmente al clínico- con una colección de síntomas físicos molestos: problemas para dormir, cansancio, más o menos apetito que de costumbre (y, en consecuencia, alteraciones de la balanza para arriba o abajo), ausencia de deseo sexual, problemas de concentración, sensación de falta de aire, taquicardia.

Pero? a la pregunta del galeno sobre el estado de ánimo, estos pacientes, casi siempre sonrientes y tranquilos, responden: "Bien, de ánimo bien."

Sin embargo, no están nada bien. Si se profundiza y se hacen algunas preguntas clave, tarde o temprano podrá comprobarse que esa persona pletórica de síntomas que la medicina llama "vegetativos" en realidad está padeciendo una depresión, pero no una depresión cualquiera sino un tipo especial de síndrome depresivo caracterizado paradójicamente por la ausencia de tristeza. Más bien, podría decirse, por la incapacidad de sentir que se está triste, de reconocerse en ese sentimiento.

"Es un problema que estamos estudiando especialmente en adultos mayores, aunque también hemos detectado casos en personas más jóvenes", responde a La Nacion por vía telefónica desde los Estados Unidos el doctor Sergio Paradiso, un italiano nacido en Sicilia que trabaja desde hace varias décadas como profesor asociado de psiquiatría y neurociencias en la Universidad de Iowa, donde en invierno, se lamenta, hace un frío glacial.

Comenta que "son sujetos que ingresan en el consultorio sonriendo y así siguen mientras describen sus síntomas físicos, pero que a la pregunta de si realmente están contentos de vivir, pueden llegar a contestar con un gesto evasivo, admitiendo ante otra pregunta que sí, que a veces creen que tal vez su familia se sentiría mejor si ellos no estuvieran? o que tienen sentimientos de culpa o pensamientos de falta de esperanza en el futuro".

La ideación depresiva está, están los síntomas vegetativos, pero falta el aspecto anímico de la depresión, no existe conciencia de las emociones o de lo que ellas significan. "En el examen psiquiátrico se distingue entre una tristeza que el paciente dice que tiene, algo que en este caso no ocurre, y una tristeza que el paciente no describe, pero que el evaluador ve, que es lo que sucede aquí."

La depresión no disfórica -otra forma de llamar a este trastorno- parece aumentar su frecuencia luego de la quinta década de vida, y aunque no existen muchas estadísticas, se estima que la padece un 5% de la población mayor de 50 años, sin distinción de sexo. En la Argentina, llegaría a poco más de 415.000 personas, según los datos poblacionales disponibles del Indec para 2001.

Pero, según aclara Paradiso, posiblemente exista mayor riesgo de este tipo de síndrome depresivo en personas con una cierta disminución de la capacidad cognitiva.

"En nuestras investigaciones hallamos una relación significativa entre sujetos que tenían depresión no disfórica y peores resultados escolares durante la niñez. ¿Si se relaciona con la inteligencia? En términos generales el desempeño escolar es un buen predictor de la inteligencia en general, incluida la emocional, que uno tendrá cuando adulto", explica el experto, que habla cuatro idiomas, entre ellos el español.

Emociones sin palabras

La pobreza expresiva de quien padece depresión sin tristeza está claramente ligada a la dificultad de comunicación y a la concientización de los propios sentimientos. En esto, admite Paradiso, influyen también condicionantes culturales y estilos de crianza.

"Creemos que hay un problema de alexitimia, una incapacidad de conciencia emocional que está parcialmente conectada con la inteligencia analítica, pero que también tiene aspectos particulares -explica-. Las inteligencias emocional y analítica mediadas a través de la memoria o la atención están conectadas, aunque se suelen citar casos de gente que es muy inteligente y tiene relativamente poca inteligencia emocional."

Para sufrir este tipo de cuadro se necesitan genes que predispongan a la depresión o condiciones de vida como estrés o traumas, junto a una capacidad inferior de conciencia anímica. "Esta conciencia anímica inferior puede estar influida por estilos de crianza: en algunas familias se favorece el ser estoico, no hablar nunca de la propia emoción y no se desarrolla una capacidad verbal de transmisión de los sentimientos. Este aspecto no se puede excluir", propone el investigador.

También existen algunas situaciones que pueden predisponer a la presencia de una depresión no disfórica o sin tristeza.

"Tener lesiones cerebrales, por ejemplo un stroke o ataque cerebral en el hemisferio cerebral derecho, incrementan el riesgo -aclara el especialista-. Puede ocurrir también cuando se ve afectada puntualmente la corteza cingulada anterior, lugar de la conciencia de las emociones. Este deterioro también puede presentarse en otras enfermedades neuropsiquiátricas, como la demencia frontotemporal y el Parkinson, y debido a cambios de esa región cerebral ligados con el envejecimiento, que conlleva una disminución de la capacidad de procesamiento emocional y un grado incrementado de alexitimia."

La depresión no disfórica puede asociarse a comorbilidades, es decir, a otras enfermedades. Pero, a menudo, cuando se ordenan exámenes de rutina para explicar los síntomas físicos que la persona describe (cansancio, disminución o aumento del apetito, falta de concentración, falta de deseo sexual) todo aparece dentro de lo normal. Sin embargo, están deprimidos.

Características únicas

La depresión sin tristeza no tiene nada que ver con la distimia, que es una forma más moderada de depresión a largo trazo, pero donde la persona es totalmente consciente de su sentimiento de tristeza, ni tampoco con la depresión ansiosa, que implica la concientización del problema.

"El depresivo sin tristeza no siente pena ni siente ansiedad -afirma Paradiso-. Ha transferido todo su malestar al cuerpo y no puede expresar ninguna emoción vinculada con lo anímico. Si un médico recibe a un paciente que se queja de síntomas físicos, pero cuyo organismo funciona bien, es un caso para estudiar un poco más. En clínica geriátrica, especialmente, es necesario profundizar para descartar o no la presencia de un cuadro que, de no tratarse, puede extenderse en el tiempo por falta de tratamiento o aumentar el riesgo suicida, presente en todo cuadro depresivo."

El llamado a la intervención puede también venir de los familiares. "Si alguien de pronto tiene problemas para dormir o ha bajado involuntariamente de peso o un esposo cambia su actitud y está cansado, sin ganas de vivir, y los fines de semana ya ni se levanta para mirar fútbol en la tele, se recomienda la consulta", indica el experto.

¿Existe alguna forma de ponernos más a salvo? Paradiso afirma que una clave es no huir de las propias emociones y sentimientos y conocerse mejor anímicamente.

"El problema se puede tratar con medicamentos y psicoterapia. Pero lo primordial es ser conscientes y pedir ayuda. Luego, de una u otra manera, se puede salir adelante porque hay muchas maneras de tratar la depresión", finaliza.

TRES SIGNOS CLAVE

Está relacionada con el nivel de alexitimia, la incapacidad para concientizar las propias emociones y expresarlo verbalmente.

Las personas expresan síntomas y malestares físicos (insomnio, cansancio, exceso o falta de apetito, disminución de la concentración, falta de deseo sexual), pero no se sienten tristes ni ansiosas.

Podría estar asociada con el deterioro de un área del hemisferio cerebral derecho vinculada con el procesamiento de las emociones.

La paradoja de la depresión sin tristeza

Las personas tienen síntomas físicos y es más común en aquellas que no pueden expresar sentimientos; el riesgo crece con la edad

Suelen ir al médico -generalmente al clínico- con una colección de síntomas físicos molestos: problemas para dormir, cansancio, más o menos apetito que de costumbre (y, en consecuencia, alteraciones de la balanza para arriba o abajo), ausencia de deseo sexual, problemas de concentración, sensación de falta de aire, taquicardia.

Pero? a la pregunta del galeno sobre el estado de ánimo, estos pacientes, casi siempre sonrientes y tranquilos, responden: "Bien, de ánimo bien."

Sin embargo, no están nada bien. Si se profundiza y se hacen algunas preguntas clave, tarde o temprano podrá comprobarse que esa persona pletórica de síntomas que la medicina llama "vegetativos" en realidad está padeciendo una depresión, pero no una depresión cualquiera sino un tipo especial de síndrome depresivo caracterizado paradójicamente por la ausencia de tristeza. Más bien, podría decirse, por la incapacidad de sentir que se está triste, de reconocerse en ese sentimiento.

"Es un problema que estamos estudiando especialmente en adultos mayores, aunque también hemos detectado casos en personas más jóvenes", responde a La Nacion por vía telefónica desde los Estados Unidos el doctor Sergio Paradiso, un italiano nacido en Sicilia que trabaja desde hace varias décadas como profesor asociado de psiquiatría y neurociencias en la Universidad de Iowa, donde en invierno, se lamenta, hace un frío glacial.

Comenta que "son sujetos que ingresan en el consultorio sonriendo y así siguen mientras describen sus síntomas físicos, pero que a la pregunta de si realmente están contentos de vivir, pueden llegar a contestar con un gesto evasivo, admitiendo ante otra pregunta que sí, que a veces creen que tal vez su familia se sentiría mejor si ellos no estuvieran? o que tienen sentimientos de culpa o pensamientos de falta de esperanza en el futuro".

La ideación depresiva está, están los síntomas vegetativos, pero falta el aspecto anímico de la depresión, no existe conciencia de las emociones o de lo que ellas significan. "En el examen psiquiátrico se distingue entre una tristeza que el paciente dice que tiene, algo que en este caso no ocurre, y una tristeza que el paciente no describe, pero que el evaluador ve, que es lo que sucede aquí."

La depresión no disfórica -otra forma de llamar a este trastorno- parece aumentar su frecuencia luego de la quinta década de vida, y aunque no existen muchas estadísticas, se estima que la padece un 5% de la población mayor de 50 años, sin distinción de sexo. En la Argentina, llegaría a poco más de 415.000 personas, según los datos poblacionales disponibles del Indec para 2001.

Pero, según aclara Paradiso, posiblemente exista mayor riesgo de este tipo de síndrome depresivo en personas con una cierta disminución de la capacidad cognitiva.

"En nuestras investigaciones hallamos una relación significativa entre sujetos que tenían depresión no disfórica y peores resultados escolares durante la niñez. ¿Si se relaciona con la inteligencia? En términos generales el desempeño escolar es un buen predictor de la inteligencia en general, incluida la emocional, que uno tendrá cuando adulto", explica el experto, que habla cuatro idiomas, entre ellos el español.

Emociones sin palabras

La pobreza expresiva de quien padece depresión sin tristeza está claramente ligada a la dificultad de comunicación y a la concientización de los propios sentimientos. En esto, admite Paradiso, influyen también condicionantes culturales y estilos de crianza.

"Creemos que hay un problema de alexitimia, una incapacidad de conciencia emocional que está parcialmente conectada con la inteligencia analítica, pero que también tiene aspectos particulares -explica-. Las inteligencias emocional y analítica mediadas a través de la memoria o la atención están conectadas, aunque se suelen citar casos de gente que es muy inteligente y tiene relativamente poca inteligencia emocional."

Para sufrir este tipo de cuadro se necesitan genes que predispongan a la depresión o condiciones de vida como estrés o traumas, junto a una capacidad inferior de conciencia anímica. "Esta conciencia anímica inferior puede estar influida por estilos de crianza: en algunas familias se favorece el ser estoico, no hablar nunca de la propia emoción y no se desarrolla una capacidad verbal de transmisión de los sentimientos. Este aspecto no se puede excluir", propone el investigador.

También existen algunas situaciones que pueden predisponer a la presencia de una depresión no disfórica o sin tristeza.

"Tener lesiones cerebrales, por ejemplo un stroke o ataque cerebral en el hemisferio cerebral derecho, incrementan el riesgo -aclara el especialista-. Puede ocurrir también cuando se ve afectada puntualmente la corteza cingulada anterior, lugar de la conciencia de las emociones. Este deterioro también puede presentarse en otras enfermedades neuropsiquiátricas, como la demencia frontotemporal y el Parkinson, y debido a cambios de esa región cerebral ligados con el envejecimiento, que conlleva una disminución de la capacidad de procesamiento emocional y un grado incrementado de alexitimia."

La depresión no disfórica puede asociarse a comorbilidades, es decir, a otras enfermedades. Pero, a menudo, cuando se ordenan exámenes de rutina para explicar los síntomas físicos que la persona describe (cansancio, disminución o aumento del apetito, falta de concentración, falta de deseo sexual) todo aparece dentro de lo normal. Sin embargo, están deprimidos.

Características únicas

La depresión sin tristeza no tiene nada que ver con la distimia, que es una forma más moderada de depresión a largo trazo, pero donde la persona es totalmente consciente de su sentimiento de tristeza, ni tampoco con la depresión ansiosa, que implica la concientización del problema.

"El depresivo sin tristeza no siente pena ni siente ansiedad -afirma Paradiso-. Ha transferido todo su malestar al cuerpo y no puede expresar ninguna emoción vinculada con lo anímico. Si un médico recibe a un paciente que se queja de síntomas físicos, pero cuyo organismo funciona bien, es un caso para estudiar un poco más. En clínica geriátrica, especialmente, es necesario profundizar para descartar o no la presencia de un cuadro que, de no tratarse, puede extenderse en el tiempo por falta de tratamiento o aumentar el riesgo suicida, presente en todo cuadro depresivo."

El llamado a la intervención puede también venir de los familiares. "Si alguien de pronto tiene problemas para dormir o ha bajado involuntariamente de peso o un esposo cambia su actitud y está cansado, sin ganas de vivir, y los fines de semana ya ni se levanta para mirar fútbol en la tele, se recomienda la consulta", indica el experto.

¿Existe alguna forma de ponernos más a salvo? Paradiso afirma que una clave es no huir de las propias emociones y sentimientos y conocerse mejor anímicamente.

"El problema se puede tratar con medicamentos y psicoterapia. Pero lo primordial es ser conscientes y pedir ayuda. Luego, de una u otra manera, se puede salir adelante porque hay muchas maneras de tratar la depresión", finaliza.

TRES SIGNOS CLAVE

Está relacionada con el nivel de alexitimia, la incapacidad para concientizar las propias emociones y expresarlo verbalmente.

Las personas expresan síntomas y malestares físicos (insomnio, cansancio, exceso o falta de apetito, disminución de la concentración, falta de deseo sexual), pero no se sienten tristes ni ansiosas.

Podría estar asociada con el deterioro de un área del hemisferio cerebral derecho vinculada con el procesamiento de las emociones.

miércoles, 16 de febrero de 2011

El Aburrimiento Derivado de la Seguridad Provoca Muchas Situaciones Peligrosas al Volante
11 de Febrero de 2011. Foto: Newcastle U.En lo que parece una paradoja, las conclusiones de un nuevo estudio apuntan a que el aburrimiento derivado de una mayor seguridad está provocando que hasta un tercio de los conductores emprendan acciones peligrosas e innecesarias al volante. Según los autores de este estudio, hacer un poco más peligrosas las carreteras haría que los conductores actuasen con mayor prudencia y el resultado final sería un descenso de las situaciones peligrosas.
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Estos investigadores, de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, han comprobado que los conductores observados que no consideraron que las carreteras por las que condujeron fuesen difíciles para circular, eran más propensos a incrementar la velocidad o a efectuar adelantamientos. A raíz de estos resultados, los investigadores hacen una sugerencia sin duda polémica: Hacer las carreteras un poco más complicadas, con más obstáculos, podría acabar haciéndolas más seguras.

Las conclusiones de este estudio sobre 1.563 conductores apuntan por tanto que los esfuerzos que los responsables del diseño de carreteras dedican a hacerlas más seguras podrían, inadvertida y paradójicamente, provocar más accidentes, al propiciar que los conductores se confiasen demasiado y se pusieran en más situaciones de riesgo que al enfrentarse a carreteras difíciles.

La investigadora Joan Harvey razona así, acerca de los resultados del estudio: "Sería bueno poder creer que es posible entrenar a los conductores para que conduzcan mejor, pero pensamos que las personas que más se beneficiarían de ese adiestramiento son las menos propensas a aceptar recibirlo. Así que hemos considerado las demás opciones y, al contrario de lo que se podría esperar, al conducir, los peligros pueden en realidad incrementar la atención que le prestamos a la carretera, así que éste podría ser el camino a seguir por los urbanistas.

Harvey va aún más lejos al sugerir: "Necesitamos comenzar a considerar algunos planes radicales como volver a poner curvas en las carreteras, o introducir el concepto de espacio compartido de un modo que fuerce a los conductores a pensar en su forma de conducir y a los peatones a pensar en los vehículos".

Información adicional en:

El Aburrimiento Derivado de la Seguridad Provoca Muchas Situaciones Peligrosas al Volante
11 de Febrero de 2011. Foto: Newcastle U.En lo que parece una paradoja, las conclusiones de un nuevo estudio apuntan a que el aburrimiento derivado de una mayor seguridad está provocando que hasta un tercio de los conductores emprendan acciones peligrosas e innecesarias al volante. Según los autores de este estudio, hacer un poco más peligrosas las carreteras haría que los conductores actuasen con mayor prudencia y el resultado final sería un descenso de las situaciones peligrosas.
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Estos investigadores, de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido, han comprobado que los conductores observados que no consideraron que las carreteras por las que condujeron fuesen difíciles para circular, eran más propensos a incrementar la velocidad o a efectuar adelantamientos. A raíz de estos resultados, los investigadores hacen una sugerencia sin duda polémica: Hacer las carreteras un poco más complicadas, con más obstáculos, podría acabar haciéndolas más seguras.

Las conclusiones de este estudio sobre 1.563 conductores apuntan por tanto que los esfuerzos que los responsables del diseño de carreteras dedican a hacerlas más seguras podrían, inadvertida y paradójicamente, provocar más accidentes, al propiciar que los conductores se confiasen demasiado y se pusieran en más situaciones de riesgo que al enfrentarse a carreteras difíciles.

La investigadora Joan Harvey razona así, acerca de los resultados del estudio: "Sería bueno poder creer que es posible entrenar a los conductores para que conduzcan mejor, pero pensamos que las personas que más se beneficiarían de ese adiestramiento son las menos propensas a aceptar recibirlo. Así que hemos considerado las demás opciones y, al contrario de lo que se podría esperar, al conducir, los peligros pueden en realidad incrementar la atención que le prestamos a la carretera, así que éste podría ser el camino a seguir por los urbanistas.

Harvey va aún más lejos al sugerir: "Necesitamos comenzar a considerar algunos planes radicales como volver a poner curvas en las carreteras, o introducir el concepto de espacio compartido de un modo que fuerce a los conductores a pensar en su forma de conducir y a los peatones a pensar en los vehículos".

Información adicional en:

Proteínas Sintéticas Capaces de Sostener la Vida

9 de Febrero de 2011. Foto: Brian WilsonEn un logro revolucionario que podría permitir a los científicos "construir" nuevos sistemas biológicos, un equipo de investigadores ha construido por primera vez proteínas artificiales que permiten el crecimiento de células vivas.
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El equipo de investigadores, de la Universidad de Princeton, creó secuencias genéticas que no existen de forma natural en nuestro planeta, y ha demostrado que es posible elaborar sustancias que sustenten la vida en las células, casi tan fácilmente como lo hacen las proteínas generadas de manera natural.

Este nuevo trabajo representa un avance significativo en la biología sintética, un área emergente de investigación en la que los científicos trabajan para diseñar y fabricar componentes y sistemas biológicos que no existen de modo natural en la Tierra. Uno de los objetivos de esta línea de investigación es desarrollar un genoma del todo artificial, basado en complejísimos patrones de productos químicos.

Este trabajo de la Universidad de Princeton sugiere que es viable construir genomas artificiales capaces de sustentar células vivas.

Casi todo el trabajo previo en biología sintética se ha centrado en la reorganización de componentes biológicos procedentes de organismos naturales. En cambio, los resultados logrados por el equipo de Michael Hecht muestran que las funciones biológicas pueden ser proporcionadas por macromoléculas diseñadas en el laboratorio en vez de provenir de la naturaleza.

Hecht y sus colaboradores se propusieron crear proteínas artificiales codificadas por secuencias genéticas que no existen de modo natural, que se sepa, en nuestro planeta. Produjeron aproximadamente un millón de secuencias de aminoácidos diseñadas para plegarse en estructuras tridimensionales estables.

Una vez que los científicos crearon esta nueva biblioteca de proteínas artificiales, las insertaron en distintas cepas mutantes de bacterias a las que antes se privó de ciertos genes naturales. Los genes naturales eliminados son necesarios para la supervivencia bajo ciertas condiciones, incluyendo la de tener un suministro precario de nutrientes.

Bajo estas duras condiciones, las cepas de bacterias que carecían de tales genes, y no recibieron los artificiales, murieron. En cambio, varias cepas diferentes de bacterias sin esos genes naturales, que deberían haber muerto también, sobrevivieron gracias a las nuevas proteínas diseñadas en el laboratorio.

Una de las cosas más asombrosas de este trabajo, tal como subraya Michael Fisher, otro miembro del equipo de investigación, es que la información codificada en estos genes artificiales es del todo nueva. No procede de la información codificada por los genes naturales de nuestro mundo, ni está significativamente relacionada con ellos, y sin embargo, el resultado final es un microbio vivo y funcional.


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Proteínas Sintéticas Capaces de Sostener la Vida

9 de Febrero de 2011. Foto: Brian WilsonEn un logro revolucionario que podría permitir a los científicos "construir" nuevos sistemas biológicos, un equipo de investigadores ha construido por primera vez proteínas artificiales que permiten el crecimiento de células vivas.
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El equipo de investigadores, de la Universidad de Princeton, creó secuencias genéticas que no existen de forma natural en nuestro planeta, y ha demostrado que es posible elaborar sustancias que sustenten la vida en las células, casi tan fácilmente como lo hacen las proteínas generadas de manera natural.

Este nuevo trabajo representa un avance significativo en la biología sintética, un área emergente de investigación en la que los científicos trabajan para diseñar y fabricar componentes y sistemas biológicos que no existen de modo natural en la Tierra. Uno de los objetivos de esta línea de investigación es desarrollar un genoma del todo artificial, basado en complejísimos patrones de productos químicos.

Este trabajo de la Universidad de Princeton sugiere que es viable construir genomas artificiales capaces de sustentar células vivas.

Casi todo el trabajo previo en biología sintética se ha centrado en la reorganización de componentes biológicos procedentes de organismos naturales. En cambio, los resultados logrados por el equipo de Michael Hecht muestran que las funciones biológicas pueden ser proporcionadas por macromoléculas diseñadas en el laboratorio en vez de provenir de la naturaleza.

Hecht y sus colaboradores se propusieron crear proteínas artificiales codificadas por secuencias genéticas que no existen de modo natural, que se sepa, en nuestro planeta. Produjeron aproximadamente un millón de secuencias de aminoácidos diseñadas para plegarse en estructuras tridimensionales estables.

Una vez que los científicos crearon esta nueva biblioteca de proteínas artificiales, las insertaron en distintas cepas mutantes de bacterias a las que antes se privó de ciertos genes naturales. Los genes naturales eliminados son necesarios para la supervivencia bajo ciertas condiciones, incluyendo la de tener un suministro precario de nutrientes.

Bajo estas duras condiciones, las cepas de bacterias que carecían de tales genes, y no recibieron los artificiales, murieron. En cambio, varias cepas diferentes de bacterias sin esos genes naturales, que deberían haber muerto también, sobrevivieron gracias a las nuevas proteínas diseñadas en el laboratorio.

Una de las cosas más asombrosas de este trabajo, tal como subraya Michael Fisher, otro miembro del equipo de investigación, es que la información codificada en estos genes artificiales es del todo nueva. No procede de la información codificada por los genes naturales de nuestro mundo, ni está significativamente relacionada con ellos, y sin embargo, el resultado final es un microbio vivo y funcional.


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Profundizando en el Estado del Cerebro Durante la Anestesia General

Desde 1846, cuando un dentista de Boston llamado William Morton hizo con éter la primera demostración pública de anestesia general, los científicos han tratado de averiguar lo que ocurre con el cerebro cuando la persona está bajo sus efectos. Aunque se ha aprendido bastante desde entonces, muchos aspectos de la anestesia general siguen siendo un misterio. ¿Cómo interfieren los fármacos anestésicos en las neuronas y en las sustancias químicas del cerebro para producir la profunda pérdida de consciencia y la falta de dolor que son resultados típicos de aplicar anestesia general? Y, ¿en qué difiere exactamente la anestesia general del sueño o del estado de coma?
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En un análisis de resultados de estudios, Emery Brown, neurocientífico del MIT y anestesiólogo del Hospital General de Massachusetts, Ralph Lydic, neurocientífico de la Universidad de Michigan y experto en el sueño, y Nicholas Schiff, neurólogo de la Escuela Médica Weill Cornell y experto en el coma, aportan respuestas claras a esas preguntas y establecen un nuevo marco de trabajo para el estudio de la anestesia general, relacionándolo con lo ya conocido sobre el sueño y el coma.

Este enfoque, según Brown, podría ayudar a los investigadores a descubrir nuevas formas de inducir la anestesia general, y mejorar el conocimiento científico sobre estados cerebrales anómalos, como el causado por la drogadicción, o los asociados a la epilepsia y la enfermedad de Parkinson.
La anestesia general no es un simple estado de sueño muy profundo, subraya Brown. Hay similitudes, pero también diferencias, entre la anestesia general, el sueño y el coma.

La anestesia general es un estado reversible inducido por fármacos, y tiene rasgos fisiológicos de conducta muy específicos, siendo los principales la pérdida del conocimiento, una cierta amnesia, la imposibilidad de sentir dolor y la incapacidad para moverse. También es fundamental para su uso médico el que, a las dosis adecuadas, permita la estabilidad de funciones corporales como la respiración, la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura.

Usando lecturas de EEG (electroencefalografía), que revelan la actividad eléctrica en el cerebro, Brown y sus colegas demuestran que ni el sueño más profundo lo es tanto como la anestesia general más ligera.

Durante la noche, el cerebro dormido pasa por fases distintas, incluyendo la de Movimientos Oculares Rápidos (REM por sus siglas en inglés), que es cuando solemos soñar. Cada una de estas fases tiene un patrón EEG distintivo. Ninguno de ellos se asemeja al patrón EEG de un cerebro bajo anestesia general. De hecho, el patrón EEG de la anestesia general es más similar al de un cerebro en estado de coma. Por lo tanto, la anestesia general es esencialmente un "coma reversible".

De hecho, los primeros signos clínicos de recuperación de una persona después de la anestesia general (retorno a la respiración normal, recuperación del movimiento corporal y reactivación de la cognición) se asemejan bastante a los que exhibe un paciente cuando sale de un estado de coma, aunque en el caso de la anestesia general todo el proceso es mucho más corto que el de un coma, el cual puede incluso llegar a durar años.

Pese a que la anestesia general se considera un procedimiento clínico de rutina, entraña un cierto riesgo, aunque muy bajo si se usa debidamente. Las estimaciones sobre la mortalidad directamente atribuible a la anestesia son de un fallecimiento por cada 250.000 pacientes. Un ejemplo conocido de muerte por anestesia puede ser el de Michael Jackson, quien, al parecer, falleció por la acción del propofol, que es un anestésico potente.


Información adicional en:

Profundizando en el Estado del Cerebro Durante la Anestesia General

Desde 1846, cuando un dentista de Boston llamado William Morton hizo con éter la primera demostración pública de anestesia general, los científicos han tratado de averiguar lo que ocurre con el cerebro cuando la persona está bajo sus efectos. Aunque se ha aprendido bastante desde entonces, muchos aspectos de la anestesia general siguen siendo un misterio. ¿Cómo interfieren los fármacos anestésicos en las neuronas y en las sustancias químicas del cerebro para producir la profunda pérdida de consciencia y la falta de dolor que son resultados típicos de aplicar anestesia general? Y, ¿en qué difiere exactamente la anestesia general del sueño o del estado de coma?
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En un análisis de resultados de estudios, Emery Brown, neurocientífico del MIT y anestesiólogo del Hospital General de Massachusetts, Ralph Lydic, neurocientífico de la Universidad de Michigan y experto en el sueño, y Nicholas Schiff, neurólogo de la Escuela Médica Weill Cornell y experto en el coma, aportan respuestas claras a esas preguntas y establecen un nuevo marco de trabajo para el estudio de la anestesia general, relacionándolo con lo ya conocido sobre el sueño y el coma.

Este enfoque, según Brown, podría ayudar a los investigadores a descubrir nuevas formas de inducir la anestesia general, y mejorar el conocimiento científico sobre estados cerebrales anómalos, como el causado por la drogadicción, o los asociados a la epilepsia y la enfermedad de Parkinson.
La anestesia general no es un simple estado de sueño muy profundo, subraya Brown. Hay similitudes, pero también diferencias, entre la anestesia general, el sueño y el coma.

La anestesia general es un estado reversible inducido por fármacos, y tiene rasgos fisiológicos de conducta muy específicos, siendo los principales la pérdida del conocimiento, una cierta amnesia, la imposibilidad de sentir dolor y la incapacidad para moverse. También es fundamental para su uso médico el que, a las dosis adecuadas, permita la estabilidad de funciones corporales como la respiración, la circulación sanguínea y la regulación de la temperatura.

Usando lecturas de EEG (electroencefalografía), que revelan la actividad eléctrica en el cerebro, Brown y sus colegas demuestran que ni el sueño más profundo lo es tanto como la anestesia general más ligera.

Durante la noche, el cerebro dormido pasa por fases distintas, incluyendo la de Movimientos Oculares Rápidos (REM por sus siglas en inglés), que es cuando solemos soñar. Cada una de estas fases tiene un patrón EEG distintivo. Ninguno de ellos se asemeja al patrón EEG de un cerebro bajo anestesia general. De hecho, el patrón EEG de la anestesia general es más similar al de un cerebro en estado de coma. Por lo tanto, la anestesia general es esencialmente un "coma reversible".

De hecho, los primeros signos clínicos de recuperación de una persona después de la anestesia general (retorno a la respiración normal, recuperación del movimiento corporal y reactivación de la cognición) se asemejan bastante a los que exhibe un paciente cuando sale de un estado de coma, aunque en el caso de la anestesia general todo el proceso es mucho más corto que el de un coma, el cual puede incluso llegar a durar años.

Pese a que la anestesia general se considera un procedimiento clínico de rutina, entraña un cierto riesgo, aunque muy bajo si se usa debidamente. Las estimaciones sobre la mortalidad directamente atribuible a la anestesia son de un fallecimiento por cada 250.000 pacientes. Un ejemplo conocido de muerte por anestesia puede ser el de Michael Jackson, quien, al parecer, falleció por la acción del propofol, que es un anestésico potente.


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lunes, 14 de febrero de 2011

CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES: IMPORTANTE INDICADOR DE POSIBLE CRUELDAD POSTERIOR HACIA LOS SERES HUMANOS



/noticias.info/ En el marco del XII Congreso virtual de Psiquiatría y de Neurociencias, dentro del área temática de Trastornos infantiles y de la adolescencia, donde se han presentado los últimos avances de la especialidad, la Dra. María de los Angeles López Ortega ha presentado el estudio CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES: IMPORTANTE INDICADOR DE POSIBLE CRUELDAD POSTERIOR HACIA LOS SERES HUMANOS.
http://www.bibliopsiquis.com/bibliopsiquis/bitstream/10401/2138/1/6conf850100.pdf

A pesar de que existen muchas investigaciones acerca de la crueldad hacia los animales y la posible crueldad posterior hacia los seres humanos, aun queda mucho por estudiar. En México se está dando un incremento en la violencia. Todos los días aparecen en las noticias notas de personas asesinadas cruelmente (con el tiro de gracia, mutilados, decapitados, castrados, amordazados, de múltiples impactos de bala, abusados sexualmente, etc.). Es alarmante el número de mujeres asesinadas en lugares como Ciudad Juárez, entre muchos otros sitios del país.

Sería conveniente investigar si también se está registrando un aumento en el número de animales maltrados, torturados y asesinados cruelmente para ver si hay relación entre la crueldad hacia los animales y hacia los humanos.

También hace falta saber qué tantos niños son crueles hacia los animales, qué relación hay en México entre la violencia intrafamiliar y el maltrato a las mascotas.

Es necesario que diversos profesionales se unan y trabajen en conjunto para evitar que la crueldad hacia los animales siga aumentando y que más tarde ésta se extienda hacia los humanos también.

Hay estudios que hablan de la importancia que tienen los veterinarios en la prevención de la crueldad, por ejemplo, Phil Arkow dice que éstos juegan un importante rol en la prevención de la violencia, debido a que tienen la obligación de detectar cuando un animal ha sido dañado intencionalmente y que esto podría ser un señal de que los dueños de ese animal podrían estar involucrados en violencia doméstica o en abuso hacia los niños. Judith K. Blackshaw y A. W. Blackshaw realizaron estudios entre los estudiantes de veterinaria del 1°, 2° y 5° año en la Universidad de Queensland, Australia y destacan también la importancia que tiene que desde que son estudiantes, los veterinarios reciban cursos que los entrenen a entender el vínculo humanoanimal y su lugar en la sociedad.

También los psiquiatras, maestros, educadores, los psicólogos, los trabajadores sociales, los psicoterapeutas, psicoanalistas, los médicos, la policía, los abogados y los criminólogos juegan un importante rol en la prevención de la violencia, necesitan tener conocimiento de que la crueldad hacia los animales no es inofensiva, que es una señal de alarma y que otro tipo de problemas podrían estar detrás de un animal que ha sido maltratado. Necesitan aprender a detectar cuando una persona está abusando de los animales. También es importante que la población en general denuncie el maltrato a los animales y que las autoridades puedan actuar de inmediato para evitar problemas mayores. Se necesitan leyes que protejan los derechos de los animales y autoridades que la apliquen.

Tampoco se puede olvidar la enorme importancia que tienen las Sociedades y Asociaciones Protectoras de Animales alrededor del mundo que promueven la prevención del abuso hacia los animales y la defensa de los derechos de éstos. La Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals, fundada en 1824, fue pionera en cuanto a la defensa de los animales y desde entonces alrededor del mundo se han creado muchas sociedades y asociaciones que buscan informar a la gente acerca de los cuidados que requieren los animales y concientizarlos de la enorme responsabilidad que tienen al adquirir una mascota. Ya han pasado muchos años desde que la primera sociedad de defensa de los animales apareciera y sin embargo falta aun mucho por hacer.

De nuevo y aunque pueda sonar un poco trillado, es importante prevenir la crueldad hacia los animales. Desde pequeños los niños necesitan ser sensibilizados respecto al cuidado de la naturaleza, lo que implica ser respetuosos con los animales. Necesitan estar conscientes de que éstos son sensibles y sufren al ser maltratados o descuidados.

Datos de Contacto :
Intersalud Neurociencias, S.L. http://www.intersalud.es - info@intersalud.es

CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES: IMPORTANTE INDICADOR DE POSIBLE CRUELDAD POSTERIOR HACIA LOS SERES HUMANOS



/noticias.info/ En el marco del XII Congreso virtual de Psiquiatría y de Neurociencias, dentro del área temática de Trastornos infantiles y de la adolescencia, donde se han presentado los últimos avances de la especialidad, la Dra. María de los Angeles López Ortega ha presentado el estudio CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES: IMPORTANTE INDICADOR DE POSIBLE CRUELDAD POSTERIOR HACIA LOS SERES HUMANOS.
http://www.bibliopsiquis.com/bibliopsiquis/bitstream/10401/2138/1/6conf850100.pdf

A pesar de que existen muchas investigaciones acerca de la crueldad hacia los animales y la posible crueldad posterior hacia los seres humanos, aun queda mucho por estudiar. En México se está dando un incremento en la violencia. Todos los días aparecen en las noticias notas de personas asesinadas cruelmente (con el tiro de gracia, mutilados, decapitados, castrados, amordazados, de múltiples impactos de bala, abusados sexualmente, etc.). Es alarmante el número de mujeres asesinadas en lugares como Ciudad Juárez, entre muchos otros sitios del país.

Sería conveniente investigar si también se está registrando un aumento en el número de animales maltrados, torturados y asesinados cruelmente para ver si hay relación entre la crueldad hacia los animales y hacia los humanos.

También hace falta saber qué tantos niños son crueles hacia los animales, qué relación hay en México entre la violencia intrafamiliar y el maltrato a las mascotas.

Es necesario que diversos profesionales se unan y trabajen en conjunto para evitar que la crueldad hacia los animales siga aumentando y que más tarde ésta se extienda hacia los humanos también.

Hay estudios que hablan de la importancia que tienen los veterinarios en la prevención de la crueldad, por ejemplo, Phil Arkow dice que éstos juegan un importante rol en la prevención de la violencia, debido a que tienen la obligación de detectar cuando un animal ha sido dañado intencionalmente y que esto podría ser un señal de que los dueños de ese animal podrían estar involucrados en violencia doméstica o en abuso hacia los niños. Judith K. Blackshaw y A. W. Blackshaw realizaron estudios entre los estudiantes de veterinaria del 1°, 2° y 5° año en la Universidad de Queensland, Australia y destacan también la importancia que tiene que desde que son estudiantes, los veterinarios reciban cursos que los entrenen a entender el vínculo humanoanimal y su lugar en la sociedad.

También los psiquiatras, maestros, educadores, los psicólogos, los trabajadores sociales, los psicoterapeutas, psicoanalistas, los médicos, la policía, los abogados y los criminólogos juegan un importante rol en la prevención de la violencia, necesitan tener conocimiento de que la crueldad hacia los animales no es inofensiva, que es una señal de alarma y que otro tipo de problemas podrían estar detrás de un animal que ha sido maltratado. Necesitan aprender a detectar cuando una persona está abusando de los animales. También es importante que la población en general denuncie el maltrato a los animales y que las autoridades puedan actuar de inmediato para evitar problemas mayores. Se necesitan leyes que protejan los derechos de los animales y autoridades que la apliquen.

Tampoco se puede olvidar la enorme importancia que tienen las Sociedades y Asociaciones Protectoras de Animales alrededor del mundo que promueven la prevención del abuso hacia los animales y la defensa de los derechos de éstos. La Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals, fundada en 1824, fue pionera en cuanto a la defensa de los animales y desde entonces alrededor del mundo se han creado muchas sociedades y asociaciones que buscan informar a la gente acerca de los cuidados que requieren los animales y concientizarlos de la enorme responsabilidad que tienen al adquirir una mascota. Ya han pasado muchos años desde que la primera sociedad de defensa de los animales apareciera y sin embargo falta aun mucho por hacer.

De nuevo y aunque pueda sonar un poco trillado, es importante prevenir la crueldad hacia los animales. Desde pequeños los niños necesitan ser sensibilizados respecto al cuidado de la naturaleza, lo que implica ser respetuosos con los animales. Necesitan estar conscientes de que éstos son sensibles y sufren al ser maltratados o descuidados.

Datos de Contacto :
Intersalud Neurociencias, S.L. http://www.intersalud.es - info@intersalud.es

La especie humana no destaca por su inteligencia sino por ser sensible a las emociones y reacciones del entorno

l cerebro humano es un "órgano social", que marca la diferencia con los animales

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

La especie humana no destaca por su inteligencia sino porque tiene la facultad "innata, inconsciente y automática" de ser sensible a las emociones y reacciones de los demás, según explica el doctor Manuel Martín-Loeches, responsable de la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto Universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano.

Durante su ponencia, dentro del acto organizado este miércoles por el Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud, ha tratado de "desmitificar" que la especie humana sobresale por su inteligencia. "Siempre se destaca que somos la especie con más inteligencia, por tener el cerebro más grande, por solucionar problemas y, casi, predecir el futuro", sin embargo, a su juicio, una de las facetas más importantes del cerebro es la relacionada con la interacción social.

Por tanto, "si el ser humano se diferencia en algo de otras especies es en que estamos especializados en detectar el contenido de la mente de otras personas". Además, según afirma este experto en una entrevista a Europa Press, el cerebro tiene la capacidad de reproducir internamente los acontecimientos sociales, de manera similar a como si el propio individuo ejecutara no sólo su papel, sino el de aquellos con quienes se relaciona.

"Queda demostrado cuando constatamos las reacciones de nuestro cerebro ante las expresiones de los demás, ante lo que pueden estar pensando o ante sus intenciones", lo que significa que "la especie humana es muy sensible a lo que ocurre alrededor". Esta situación, indica, hace "vulnerable" también al ser humano, ya que, "al intentar captar los contenidos de las mentes de otras personas, los metemos en nuestra mente y eso nos influye".

Por ejemplo, advierte, es común entre la población verse influida por el estado de ánimo de otras personas, incluso puede contribuir a lo que se piensa o en los actos que se realizan. Por tanto, según Martín-Loeches, "se abren las puertas a la manipulación de los objetivos e intenciones de otros".

"ABIERTO A TODO"

En definitiva, "dota al ser humano de una sensibilidad hacia lo que le rodea", ya que "al tratar de anticipar lo que piensan otras personas hace que el cerebro sea más abierto a todo y pueda afectarle cosas muy peregrinas, como una música de fondo, el color de una pared, etc". En este sentido, es fundamental destacar el papel de las emociones que, explica, "nos mueven a prácticamente todo".

Así, se entiende el cerebro humano como "órgano social", ya que "el cerebro ha ido evolucionando y se ha convertido en un órgano especializado en entender la mente de los otros y en trabajar para que los demás nos entiendan". "Ahí está la clave que nos diferencia de otras especies animales", añade.

"Hasta las personas más frías y más maquinales siempre tienen las emociones funcionando, nunca se es insensible, sino que se es sensible a otras emociones", advierte.

Este mecanismo, que surgió originalmente por intentar captar todo lo que hay en la sociedad, tiene por tanto la peculiaridad de imitar. Los experimentos realizados han demostrado que cuando a un grupo de individuos se les sometía a cierta información, eran tan vulnerables que sus actos se veían influidos por esa información. Así, personas que trabajan con material relacionado con el envejecimiento terminaban trabajando y hablando de manera más lenta.

El experto recuerda que se trata de una facultad que puede verse en bebés de siete meses, que "pueden detectar la información que saben otras personas, sin que nadie les haya enseñado que cada persona tiene pensamientos diferentes". Es un mecanismo que se va desarrollando con la edad y la exposición a los demás.

La especie humana no destaca por su inteligencia sino por ser sensible a las emociones y reacciones del entorno

l cerebro humano es un "órgano social", que marca la diferencia con los animales

MADRID, 10 (EUROPA PRESS)

La especie humana no destaca por su inteligencia sino porque tiene la facultad "innata, inconsciente y automática" de ser sensible a las emociones y reacciones de los demás, según explica el doctor Manuel Martín-Loeches, responsable de la Sección de Neurociencia Cognitiva del Centro Mixto Universidad Complutense-Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano.

Durante su ponencia, dentro del acto organizado este miércoles por el Instituto Tomás Pascual para la Nutrición y la Salud, ha tratado de "desmitificar" que la especie humana sobresale por su inteligencia. "Siempre se destaca que somos la especie con más inteligencia, por tener el cerebro más grande, por solucionar problemas y, casi, predecir el futuro", sin embargo, a su juicio, una de las facetas más importantes del cerebro es la relacionada con la interacción social.

Por tanto, "si el ser humano se diferencia en algo de otras especies es en que estamos especializados en detectar el contenido de la mente de otras personas". Además, según afirma este experto en una entrevista a Europa Press, el cerebro tiene la capacidad de reproducir internamente los acontecimientos sociales, de manera similar a como si el propio individuo ejecutara no sólo su papel, sino el de aquellos con quienes se relaciona.

"Queda demostrado cuando constatamos las reacciones de nuestro cerebro ante las expresiones de los demás, ante lo que pueden estar pensando o ante sus intenciones", lo que significa que "la especie humana es muy sensible a lo que ocurre alrededor". Esta situación, indica, hace "vulnerable" también al ser humano, ya que, "al intentar captar los contenidos de las mentes de otras personas, los metemos en nuestra mente y eso nos influye".

Por ejemplo, advierte, es común entre la población verse influida por el estado de ánimo de otras personas, incluso puede contribuir a lo que se piensa o en los actos que se realizan. Por tanto, según Martín-Loeches, "se abren las puertas a la manipulación de los objetivos e intenciones de otros".

"ABIERTO A TODO"

En definitiva, "dota al ser humano de una sensibilidad hacia lo que le rodea", ya que "al tratar de anticipar lo que piensan otras personas hace que el cerebro sea más abierto a todo y pueda afectarle cosas muy peregrinas, como una música de fondo, el color de una pared, etc". En este sentido, es fundamental destacar el papel de las emociones que, explica, "nos mueven a prácticamente todo".

Así, se entiende el cerebro humano como "órgano social", ya que "el cerebro ha ido evolucionando y se ha convertido en un órgano especializado en entender la mente de los otros y en trabajar para que los demás nos entiendan". "Ahí está la clave que nos diferencia de otras especies animales", añade.

"Hasta las personas más frías y más maquinales siempre tienen las emociones funcionando, nunca se es insensible, sino que se es sensible a otras emociones", advierte.

Este mecanismo, que surgió originalmente por intentar captar todo lo que hay en la sociedad, tiene por tanto la peculiaridad de imitar. Los experimentos realizados han demostrado que cuando a un grupo de individuos se les sometía a cierta información, eran tan vulnerables que sus actos se veían influidos por esa información. Así, personas que trabajan con material relacionado con el envejecimiento terminaban trabajando y hablando de manera más lenta.

El experto recuerda que se trata de una facultad que puede verse en bebés de siete meses, que "pueden detectar la información que saben otras personas, sin que nadie les haya enseñado que cada persona tiene pensamientos diferentes". Es un mecanismo que se va desarrollando con la edad y la exposición a los demás.

escubren eslabón entre los genes y respuesta al estrés y la depresión

ARBOR, (UDM).—Numerosos estudios han mostrado que la molécula cerebral neuropetpida Y (NPY por su sigla en inglés) ayuda a restablecer la calma después de acontecimientos estresantes.

Un equipo de investigadores encabezado por la Universidad de Michigan ha encontrado ahora que las personas cuyos genes las hacen propensas a la producción de niveles más bajos de NPY responden más a los estímulos negativos en circuitos clave del cerebro relacionados con la emoción, y que por lo tanto tienen menos capacidad para recuperarse frente al estrés, y pueden tener un riesgo mayor de desarrollar un trastorno depresivo grave.

Los científicos esperan que esta investigación, eventualmente, ayude con el diagnóstico temprano y la intervención por depresión y otras enfermedades psiquiátricas, y en el desarrollo de terapias que puedan ajustarse a los individuos sobre la base de su configuración genética. Las conclusiones se publican en la edición del 7 de febrero de la revista Archives of General Psychiatry.

"Esto es lo que queremos decir cuando hablamos de ´medicina personalizada´", dijo el autor principal del estudio Brian Mickey, un profesor asistente en el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan e investigador en el Instituto de Neurociencias Moleculares y de Conducta en la UM. "Éstas son características genéticas que pueden medirse en cualquier persona. Esperamos que puedan guiarnos hacia una evaluación del riesgo de cada individuo de desarrollar depresión y ansiedad".

Estas conclusiones también ayudan a cubrir nuevas áreas en el "mapa" genético de la depresión, dijo el autor principal del estudio Jon-Kar Zubieta, profesor de psiquiatría y radiología y profesor investigador en el Instituto de Neurociencias Moleculares y de Conducta.

"Hemos identificado un biomarcador, en este caso una variación genética, que está vinculado con un riesgo incrementado de depresión grave", dijo Zubieta. "Éste paece ser otro mecanismo, independiente de otras áreas previas de la investigación de la depresión, tales como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina"-

Usando tres aproximaciones separadas los investigadores encontraron que los individuos con el genotipo que produce cantidades menores de NPY tenían respuestas cerebrales mensurables a los estímulos negativos y respuestas psicológicas al dolor físico. Asimismo aparecieron representados en proporción excesiva dentro de un grupo de población diagnosticado con trastorno depresivo grave.

Tres enfoques

Usando tres enfoques diferentes, cada uno con un número variado de sujetos de investigación que fue de 58 a 152, los investigadores de la UM y sus asociados estudiaron el vínculo entre la expresión genética de NPY y el procesamiento emocional.

Los investigadores de la UM reclutaron y caracterizaron a los participantes y condujeron el estudio de dolor. Sus colaboradores en el Laboratorio de Neurogenética en el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo en Bethesda, Maryland, realizaron la determinación de genotipo.

A los sujetos de la investigación se les clasificó según tuvieran una expresión genética de NPY baja, media o alta.

Los científicos emplearon la imagen funcional por resonancia magnética (fMRI) en la observación de la actividad cerebral de cada sujeto cuando veía palabras neutrales (como "material"), palabras con carga negativa (como "asesino") y palabras con carga positiva (como "esperanzado").

En su respuesta a las palabras negativas los sujetos del grupo con bajo nivel de NPY mostraron una activación fuerte de la corteza prefrontal, el área involucrada en el procesamiento de la emoción, en tanto que los sujetos con alto nivel de NPY mostraron una respuesta mucho menor.

"Esto nos dice que los individuos con la variante genética de NPY asociada con el riesgo tienden a activar esta región clave del cerebro más que otras personas, aún en ausencia de estrés y antes de que estén presentes los síntomas psiquiátricos", dijo Mickey.

En la segunda prueba los sujetos sanos dieron cuenta de sus experiencias emocionales durante una situación estresante. Se inyectó una solución salina en el músculo mandibular, lo cual produce un dolor moderado por unos veinte minutos, peo no causa daño duradero. El nivel de dolor se ajustó para cada persona hasta que para cada una fuese un 4 en una escala de 1 a 10.

Estos sujetos clasificaron positiva o negativamente sus sentimientos antes y después de la experiencia del dolor. Los individuos en el grupo con bajo nivel de NPY fueron más negativos tanto antes como después del dolor, lo cual significa que estaban más afectados emocionalmente cuando anticiparon el dolor y cuando reflexionaron sobre la experiencia inmediatamente después.

Finalmente los científicos compararon los genotipos de NPY de sujetos con un trastorno depresivo mayor con sujetos de control, para determinar si había una asociación entre la condición y la expresión baja de NPY.

Los sujetos con genotipos de expresión baja de NPY terminaron representados en proporción excesiva en el grupo con depresión.

"No se trata sólo de que encontremos una vinculación de un gen particular con una enfermedad particular", dijo Zubieta. "Estamos expandiendo nuestro conocimiento de la fisiología de la depresión".

Financiación: La investigación tuvo apoyo de donaciones de los Institutos Nacionales de Salud Mental, el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, el Programa de Investigación Intramural del Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo, y el Fondo de Investigación Phil F. Jenkins.

Declaración: Zubieta ha trabajado como consultor para las firmas farmacéuticas Eli Lilly and Co., Merck, y Johnson & Johnson en el último año.

escubren eslabón entre los genes y respuesta al estrés y la depresión

ARBOR, (UDM).—Numerosos estudios han mostrado que la molécula cerebral neuropetpida Y (NPY por su sigla en inglés) ayuda a restablecer la calma después de acontecimientos estresantes.

Un equipo de investigadores encabezado por la Universidad de Michigan ha encontrado ahora que las personas cuyos genes las hacen propensas a la producción de niveles más bajos de NPY responden más a los estímulos negativos en circuitos clave del cerebro relacionados con la emoción, y que por lo tanto tienen menos capacidad para recuperarse frente al estrés, y pueden tener un riesgo mayor de desarrollar un trastorno depresivo grave.

Los científicos esperan que esta investigación, eventualmente, ayude con el diagnóstico temprano y la intervención por depresión y otras enfermedades psiquiátricas, y en el desarrollo de terapias que puedan ajustarse a los individuos sobre la base de su configuración genética. Las conclusiones se publican en la edición del 7 de febrero de la revista Archives of General Psychiatry.

"Esto es lo que queremos decir cuando hablamos de ´medicina personalizada´", dijo el autor principal del estudio Brian Mickey, un profesor asistente en el Departamento de Psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan e investigador en el Instituto de Neurociencias Moleculares y de Conducta en la UM. "Éstas son características genéticas que pueden medirse en cualquier persona. Esperamos que puedan guiarnos hacia una evaluación del riesgo de cada individuo de desarrollar depresión y ansiedad".

Estas conclusiones también ayudan a cubrir nuevas áreas en el "mapa" genético de la depresión, dijo el autor principal del estudio Jon-Kar Zubieta, profesor de psiquiatría y radiología y profesor investigador en el Instituto de Neurociencias Moleculares y de Conducta.

"Hemos identificado un biomarcador, en este caso una variación genética, que está vinculado con un riesgo incrementado de depresión grave", dijo Zubieta. "Éste paece ser otro mecanismo, independiente de otras áreas previas de la investigación de la depresión, tales como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina"-

Usando tres aproximaciones separadas los investigadores encontraron que los individuos con el genotipo que produce cantidades menores de NPY tenían respuestas cerebrales mensurables a los estímulos negativos y respuestas psicológicas al dolor físico. Asimismo aparecieron representados en proporción excesiva dentro de un grupo de población diagnosticado con trastorno depresivo grave.

Tres enfoques

Usando tres enfoques diferentes, cada uno con un número variado de sujetos de investigación que fue de 58 a 152, los investigadores de la UM y sus asociados estudiaron el vínculo entre la expresión genética de NPY y el procesamiento emocional.

Los investigadores de la UM reclutaron y caracterizaron a los participantes y condujeron el estudio de dolor. Sus colaboradores en el Laboratorio de Neurogenética en el Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo en Bethesda, Maryland, realizaron la determinación de genotipo.

A los sujetos de la investigación se les clasificó según tuvieran una expresión genética de NPY baja, media o alta.

Los científicos emplearon la imagen funcional por resonancia magnética (fMRI) en la observación de la actividad cerebral de cada sujeto cuando veía palabras neutrales (como "material"), palabras con carga negativa (como "asesino") y palabras con carga positiva (como "esperanzado").

En su respuesta a las palabras negativas los sujetos del grupo con bajo nivel de NPY mostraron una activación fuerte de la corteza prefrontal, el área involucrada en el procesamiento de la emoción, en tanto que los sujetos con alto nivel de NPY mostraron una respuesta mucho menor.

"Esto nos dice que los individuos con la variante genética de NPY asociada con el riesgo tienden a activar esta región clave del cerebro más que otras personas, aún en ausencia de estrés y antes de que estén presentes los síntomas psiquiátricos", dijo Mickey.

En la segunda prueba los sujetos sanos dieron cuenta de sus experiencias emocionales durante una situación estresante. Se inyectó una solución salina en el músculo mandibular, lo cual produce un dolor moderado por unos veinte minutos, peo no causa daño duradero. El nivel de dolor se ajustó para cada persona hasta que para cada una fuese un 4 en una escala de 1 a 10.

Estos sujetos clasificaron positiva o negativamente sus sentimientos antes y después de la experiencia del dolor. Los individuos en el grupo con bajo nivel de NPY fueron más negativos tanto antes como después del dolor, lo cual significa que estaban más afectados emocionalmente cuando anticiparon el dolor y cuando reflexionaron sobre la experiencia inmediatamente después.

Finalmente los científicos compararon los genotipos de NPY de sujetos con un trastorno depresivo mayor con sujetos de control, para determinar si había una asociación entre la condición y la expresión baja de NPY.

Los sujetos con genotipos de expresión baja de NPY terminaron representados en proporción excesiva en el grupo con depresión.

"No se trata sólo de que encontremos una vinculación de un gen particular con una enfermedad particular", dijo Zubieta. "Estamos expandiendo nuestro conocimiento de la fisiología de la depresión".

Financiación: La investigación tuvo apoyo de donaciones de los Institutos Nacionales de Salud Mental, el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas, el Programa de Investigación Intramural del Instituto Nacional de Abuso de Alcohol y Alcoholismo, y el Fondo de Investigación Phil F. Jenkins.

Declaración: Zubieta ha trabajado como consultor para las firmas farmacéuticas Eli Lilly and Co., Merck, y Johnson & Johnson en el último año.

viernes, 11 de febrero de 2011

El Ser Humano Comenzó a Usar Ropa Hace 170.000 Años

11 de Febrero de 2011. Foto: Jeff Gage, Florida Museum of Natural HistoryUn nuevo estudio en el que se ha rastreado la evolución de los piojos demuestra que los humanos modernos comenzaron a usar ropa hace unos 170.000 años. Esta nueva tecnología les permitió tiempo después marcharse de África y emigrar con éxito a otras partes del mundo.
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El investigador principal, David Reed, del Museo de Historia Natural de Florida, en el campus de la Universidad de Florida, estudia los piojos de los humanos modernos para conocer mejor la evolución humana y los patrones de migración. En su último estudio, que ha durado cinco años, utilizó la secuenciación de ADN para calcular cuándo los piojos de la ropa comenzaron a divergir genéticamente de los piojos del cabello humano.

Los datos con los que ha trabajado Reed muestran que los humanos modernos comenzaron a usar ropa unos 70.000 años antes de emigrar hacia zonas de climas más fríos, en latitudes más altas, un proceso éste último que se inició hace unos 100.000 años. Determinar con este grado de exactitud cuándo comenzó el Ser Humano a llevar ropa sería prácticamente imposible disponiendo sólo de datos arqueológicos, porque la ropa de tanto tiempo atrás difícilmente puede conservarse hasta nuestros días en los yacimientos arqueológicos.

El estudio también muestra que el Ser Humano comenzó a usar ropa mucho después de perder el pelaje de su cuerpo, lo cual, según investigaciones previas, sucedió hace alrededor de un millón de años. Esto significa que el Ser Humano pasó una cantidad considerable de tiempo sin pelaje corporal ni ropa.

El motivo de estudiar a los piojos en el marco de la arqueología y la paleontología es que, a diferencia de la mayoría de los otros parásitos, su notable especialización en las especies que parasitan los hace mantener una estrecha relación de coevolución con éstas, hasta el punto de que estudiarlos permite a los científicos obtener datos importantes sobre los cambios evolutivos en el animal parasitado basándose en los cambios detectados en el parásito.

En un estudio de los piojos de la ropa dirigido en 2003 por Mark Stoneking, un genetista del Instituto Max Planck de Leipzig, Alemania, se llegó a la conclusión de que los seres humanos comenzaron a usar ropa hace unos 107.000 años. Pero la investigación de Reed incluye nuevos datos, así como métodos de cálculo más adecuados para este tipo de trabajo.

El nuevo resultado de este estudio es una fecha inesperadamente antigua para el inicio del uso de la ropa, bastante anterior a lo inferible a partir de los indicios arqueológicos disponibles. Sin embargo, esa fecha tiene su lógica, ya que significa que los primeros humanos modernos probablemente comenzaron a usar ropa de forma habitual para protegerse del frío cuando se enfrentaron por primera vez a las duras condiciones de una Edad de Hielo.

Los seres humanos modernos surgieron hace unos 200.000 años. Y la fecha planteada por el estudio sugiere que los humanos comenzaron a usar ropa en la penúltima era glacial, la primera con la que se toparon.

Información adicional en:

El Ser Humano Comenzó a Usar Ropa Hace 170.000 Años

11 de Febrero de 2011. Foto: Jeff Gage, Florida Museum of Natural HistoryUn nuevo estudio en el que se ha rastreado la evolución de los piojos demuestra que los humanos modernos comenzaron a usar ropa hace unos 170.000 años. Esta nueva tecnología les permitió tiempo después marcharse de África y emigrar con éxito a otras partes del mundo.
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El investigador principal, David Reed, del Museo de Historia Natural de Florida, en el campus de la Universidad de Florida, estudia los piojos de los humanos modernos para conocer mejor la evolución humana y los patrones de migración. En su último estudio, que ha durado cinco años, utilizó la secuenciación de ADN para calcular cuándo los piojos de la ropa comenzaron a divergir genéticamente de los piojos del cabello humano.

Los datos con los que ha trabajado Reed muestran que los humanos modernos comenzaron a usar ropa unos 70.000 años antes de emigrar hacia zonas de climas más fríos, en latitudes más altas, un proceso éste último que se inició hace unos 100.000 años. Determinar con este grado de exactitud cuándo comenzó el Ser Humano a llevar ropa sería prácticamente imposible disponiendo sólo de datos arqueológicos, porque la ropa de tanto tiempo atrás difícilmente puede conservarse hasta nuestros días en los yacimientos arqueológicos.

El estudio también muestra que el Ser Humano comenzó a usar ropa mucho después de perder el pelaje de su cuerpo, lo cual, según investigaciones previas, sucedió hace alrededor de un millón de años. Esto significa que el Ser Humano pasó una cantidad considerable de tiempo sin pelaje corporal ni ropa.

El motivo de estudiar a los piojos en el marco de la arqueología y la paleontología es que, a diferencia de la mayoría de los otros parásitos, su notable especialización en las especies que parasitan los hace mantener una estrecha relación de coevolución con éstas, hasta el punto de que estudiarlos permite a los científicos obtener datos importantes sobre los cambios evolutivos en el animal parasitado basándose en los cambios detectados en el parásito.

En un estudio de los piojos de la ropa dirigido en 2003 por Mark Stoneking, un genetista del Instituto Max Planck de Leipzig, Alemania, se llegó a la conclusión de que los seres humanos comenzaron a usar ropa hace unos 107.000 años. Pero la investigación de Reed incluye nuevos datos, así como métodos de cálculo más adecuados para este tipo de trabajo.

El nuevo resultado de este estudio es una fecha inesperadamente antigua para el inicio del uso de la ropa, bastante anterior a lo inferible a partir de los indicios arqueológicos disponibles. Sin embargo, esa fecha tiene su lógica, ya que significa que los primeros humanos modernos probablemente comenzaron a usar ropa de forma habitual para protegerse del frío cuando se enfrentaron por primera vez a las duras condiciones de una Edad de Hielo.

Los seres humanos modernos surgieron hace unos 200.000 años. Y la fecha planteada por el estudio sugiere que los humanos comenzaron a usar ropa en la penúltima era glacial, la primera con la que se toparon.

Información adicional en:

lunes, 7 de febrero de 2011

¿Fue Israel el Lugar de Nacimiento de los Primeros Humanos Modernos?


2 de Febrero de 2011. Foto: AP Images/Oded BaliltyDesde hace tiempo, se cree que el Hombre moderno surgió en el continente africano hace 200.000 años. Ahora, unos arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv han descubierto indicios bastante firmes de que hace 400.000 años, el Homo sapiens ya deambulaba por lo que hoy es Israel. Estos indicios son los de mayor antigüedad sobre la existencia del Ser Humano anatómicamente moderno en el mundo.
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El hallazgo se ha hecho en la Cueva de Qesem, un yacimiento paleontológico en el que las primeras excavaciones se efectuaron en el año 2000. La cueva fue descubierta en un terreno calizo montañoso a unos 11 kilómetros al Este de Tel Aviv, durante la construcción de una carretera.

Avi Gopher y Ran Barkai del Departamento de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, quienes dirigen las excavaciones, e Israel Hershkowitz del Departamento de Anatomía y Antropología de la misma universidad, junto con un equipo internacional de científicos, realizaron un análisis morfológico de ocho dientes humanos hallados en la Cueva de Qesem.
Este análisis, que incluyó escaneos por tomografía computerizada y rayos X, indica que el tamaño y la forma de los dientes son muy similares a los comunes en los dientes del Ser Humano moderno. Estos dientes concuerdan muy bien con otras pruebas de la existencia del Hombre moderno en Israel, que datan de hace unos 100.000 años, y descubiertas en otras cuevas, incluyendo la de Qafzeh, cerca de Nazaret.

La Cueva de Qesem data de un período que va desde hace 400.000 años hasta hace 200.000, y los arqueólogos que trabajan allí creen que los hallazgos indican una evolución significativa en el comportamiento del Ser Humano prehistórico. Este período fue crucial en la historia de la humanidad desde el punto de vista cultural y biológico. Los dientes objeto de estudio indican que estos cambios están aparentemente relacionados con los cambios evolutivos que tuvieron lugar en aquella época.

En una investigación de 2009 de la que informamos entonces en NC&T, esta misma cueva ya ofreció evidencias de que, al igual que los humanos del Paleolítico Tardío, los humanos del Paleolítico Temprano se centraron en la caza de grandes animales y realmente estuvieron en la cima de la cadena alimentaria. Esto puede parecer un dato de escasa importancia para los profanos en el tema, pero en la comunidad científica ha habido un largo e intenso debate sobre si las personas de fines del Paleolítico Temprano eran del todo capaces de cazar, o si estaban limitadas sólo a ser carroñeros. Los humanos de la Cueva de Qesem cazaban de manera cooperativa, y luego llevaban las mejores partes del cuerpo de sus presas hacia la cueva, donde cortaban la carne mediante herramientas de hoja de piedra bastante afiladas, y la cocinaban con fuego.

Información adicional en:

¿Fue Israel el Lugar de Nacimiento de los Primeros Humanos Modernos?


2 de Febrero de 2011. Foto: AP Images/Oded BaliltyDesde hace tiempo, se cree que el Hombre moderno surgió en el continente africano hace 200.000 años. Ahora, unos arqueólogos de la Universidad de Tel Aviv han descubierto indicios bastante firmes de que hace 400.000 años, el Homo sapiens ya deambulaba por lo que hoy es Israel. Estos indicios son los de mayor antigüedad sobre la existencia del Ser Humano anatómicamente moderno en el mundo.
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El hallazgo se ha hecho en la Cueva de Qesem, un yacimiento paleontológico en el que las primeras excavaciones se efectuaron en el año 2000. La cueva fue descubierta en un terreno calizo montañoso a unos 11 kilómetros al Este de Tel Aviv, durante la construcción de una carretera.

Avi Gopher y Ran Barkai del Departamento de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv, quienes dirigen las excavaciones, e Israel Hershkowitz del Departamento de Anatomía y Antropología de la misma universidad, junto con un equipo internacional de científicos, realizaron un análisis morfológico de ocho dientes humanos hallados en la Cueva de Qesem.
Este análisis, que incluyó escaneos por tomografía computerizada y rayos X, indica que el tamaño y la forma de los dientes son muy similares a los comunes en los dientes del Ser Humano moderno. Estos dientes concuerdan muy bien con otras pruebas de la existencia del Hombre moderno en Israel, que datan de hace unos 100.000 años, y descubiertas en otras cuevas, incluyendo la de Qafzeh, cerca de Nazaret.

La Cueva de Qesem data de un período que va desde hace 400.000 años hasta hace 200.000, y los arqueólogos que trabajan allí creen que los hallazgos indican una evolución significativa en el comportamiento del Ser Humano prehistórico. Este período fue crucial en la historia de la humanidad desde el punto de vista cultural y biológico. Los dientes objeto de estudio indican que estos cambios están aparentemente relacionados con los cambios evolutivos que tuvieron lugar en aquella época.

En una investigación de 2009 de la que informamos entonces en NC&T, esta misma cueva ya ofreció evidencias de que, al igual que los humanos del Paleolítico Tardío, los humanos del Paleolítico Temprano se centraron en la caza de grandes animales y realmente estuvieron en la cima de la cadena alimentaria. Esto puede parecer un dato de escasa importancia para los profanos en el tema, pero en la comunidad científica ha habido un largo e intenso debate sobre si las personas de fines del Paleolítico Temprano eran del todo capaces de cazar, o si estaban limitadas sólo a ser carroñeros. Los humanos de la Cueva de Qesem cazaban de manera cooperativa, y luego llevaban las mejores partes del cuerpo de sus presas hacia la cueva, donde cortaban la carne mediante herramientas de hoja de piedra bastante afiladas, y la cocinaban con fuego.

Información adicional en:

LOS OJOS SON EL RASGO DECISIVO QUE NOS AYUDA A DETERMINAR SI UN ROSTRO ES HUMANO O NO

Psicología
Lunes, 31 de Enero de 2011 08:47

La cara de una muñeca claramente no es como la de un ser humano verdadero, aunque se parezca bastante. Discernir entre rostros de humanos reales y rostros de imitaciones sin vida nos permite prestar más atención a las personas que a los objetos cuando queremos interactuar con seres humanos de verdad. Diferenciar entre unos y otros es cada vez más difícil a medida que la tecnología avanza y las animaciones por ordenador, los materiales para cabezas artificiales y la robótica facial logran emular con realismo cada vez mayor las expresiones de un rostro humano auténtico. Pero, ¿dónde está la línea a partir de la cual una cara parece estar viva?

El rostro de un maniquí, muñeca o androide tiene que ser muy similar al rostro de un humano auténtico para que nos parezca el de una persona viva. En un nuevo estudio se ha llegado a la conclusión de que los ojos son el principal rasgo en el que nos basamos para determinar si un rostro es o no de un ser humano real y vivo.

Los humanos podemos ver caras en cualquier parte: en la topografía de la Luna, en las caprichosas formas de una nube, e incluso nos basta ver dos puntos y una línea encerrados en un círculo para deducir que se trata de la representación de un rostro, pero somos mucho más exigentes cuando se trata de determinar qué está vivo y qué no lo está.

Thalia Wheatley y Christine Looser, del Dartmouth College, se enfrentaron a la tarea de identificar el punto en el que una cara empieza a parecer viva.

Looser visitó tiendas de juguetes y tomó fotos de caras de muñecas. “Fue divertido tratar de explicar a los vendedores lo que estábamos haciendo. Recibí miradas de extrañeza”, explica Looser.

Después de esa pintoresca primera fase del estudio, ella emparejó cada cara de muñeca con una cara humana que tuviera un cierto parecido y usó un software de morphing (transformación gradual de una imagen en otra) para mezclar las dos poco a poco. Esto generó una serie de fotografías intermedias que iban incorporando cada vez más rasgos humanos hasta acabar con una cara humana verdadera.

Los sujetos de estudio miraron cada fotografía y decidieron cuáles eran de seres humanos reales y cuáles de muñecas. Looser y Wheatley descubrieron que el umbral a partir del cual las personas determinaban que las caras estaban vivas, estaba aproximadamente a dos tercios del camino progresivo de transformaciones, más cerca del extremo humano que del de la muñeca. En otro experimento, se descubrió que los ojos eran la característica más importante para que los sujetos determinasen si la cara observada en la foto era de una persona viva o de una imitación inanimada.

Los resultados de los experimentos sugieren que las personas, cuando escrutamos un rostro en busca de evidencias de si pertenece o no a una persona real y viva, centramos buena parte de nuestra atención en los ojos.

Scitech News